Los días 13 y 14 de agosto tuve la oportunidad de asistir a un evento bastante memorable: el Natsu Matsuri 2016, organizado por Expo Japan MX en colaboración con la Asociación México Japonesa, misma que fue sede de este festival.
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La sede
Ubicada al poniente de la Ciudad de México, la Asociación México Japonesa es un recito donde, al ingresar, pareciese que se entró al país nipón. El inmueble se conforma por varias construcciones que respetan fielmente el estilo japonés, las cuales están rodeadas de jardines zen, en donde la arena representa la tranquilidad del mar y las piedras grandes, las montañas; dichos jardines se muestran bastante cuidados.
El paso a dichos jardines está estrictamente prohibido a cualquier visitante: sólo son para la contemplación reflexiva.
Un elemento bastante curioso es la campana conmemorativa de los 70 años de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, las cuales tomaron miles de víctimas. Dicha campana se halla a un costado del edificio principal. Cerca de ésta se halla una especie de memorial con los nombres en placas de metal.
Al interior del edificio principal se hallan en el pasillo una armadura samurai con siglos de antigüedad, una estructua dorada de corte religioso y murales donde se representan youkai (criaturas mitológicas).
Los demás accesos en ese momento (como la biblioteca) se hallaban restringidos, a excepción del restaurante japonés (no incluido en el Matsuri)
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El Natsu Matsuri
El evento se llevó a cabo principalmente en el exterior de las construcciones, siendo el jardín principal el lugar donde se llevaron a cabo eventos tales como un concurso de karaoke e incluso algunos performance grupales de temas tales como Guren no Yumiya, en donde los asistentes en dicho escenario cantaban al unísono el tema de apertura de Shingeki no Kyojin. Este primer día también se presentaron grupos idol interpretando temas clásicos del género.
En este escenario se presentó un evento de artes marciales y defensa personal, en donde algunos asistentes pudieron subir al escenario para realizar demostraciones frente al público.
Alrededor de este escenario se encontraban bastantes stands con productos como playeras, figuras, souvenirs, peluches, discos, etc., hasta algunas ofertas académicas como el Liceo Mexicano Japonés o cotizaciones de viajes a dicho país.
Destacaba el muñeco daruma, en donde todos podían escribir su deseo, esperando que se cumpla lo más pronto posible (así como también actuar para que se logre).
No podía faltar el stand de LoveJapan Entertainment, donde se podían adquirir los boletos para el concierto de LiSA que será el 10 de septiembre en El Plaza Condesa, así como algunos de sus materiales discográficos.
Frente a este escenario tuvo lugar una de las atracciones principales: la degustación de sake y licores japoneses (sólo mayores de edad).
Después de una gran fila para acceder a dicha degustación se podían probar una amplia cantidad de bebidas fermentadas de durazno, granada (totalmente recomendado), ciruela, además de una amplia gama de sake, cuya degustación iba acompañada por una breve explicación del tipo de bebida (seco, semi-seco, extra-seco, dulce), su origen (principalmente Hyogo, Akita, Sapporo, Nakano y algunos de California e incluso el primer sake mexicano), así como sugerencias para su combinación con ciertos alimentos.
Dichas bebidas también podían ser adquiridas ahí mismo por un precio bastante razonable para ser importadas. Cabe decir que bebidas como el licor de granada se agotaron en el primer día.
Pastel de Totoro
En los jardines posteriores se realizó la venta de alimentos e infusiones por parte de Grupo Mikasa, donde se podían adquirir una variedad de ramen, dulces japoneses, hierbas para infusión (variedades de té verde, de jazmín, oolong, de arroz), condimentos, salsas, sazonadores… en fin, todo para preparar recetas niponas. Junto a este stand se hallaba otro pequeño pero no menos concurrido donde se preparaban crepas, donde la fila para poder comprar era considerable.
En esta misma área podíamos encontrar muestras de repostería geek, los talleres de shodo (caligrafía japonesa), shogi (juego de mesa), origami, kurumi-e, además del espacio de radio online Kinoko Power donde, al parecer, estaba transmitiendo en vivo vía online. En el edificio contiguo se realizó una pequeña exposición de cerámica tradicional, en donde se hallaban pequeñas vasijas, tazones, platos y copas con diferentes decorados.
Tras el escenario principal había una zona que poco a poco se iba llenando más y mas: el área de comidas. Se podía adquirir desde el típico ramen o alimentos como el takoyaki, okonomiyaki, los clásicos Calpis y Ramune, algunos tipos de sushi, etc.
El segundo día el escenario central cobró protagonismo: poco antes del mediodía se realizó una ceremonia para la cual se pidió el más absoluto silencio, donde los asistentes se mostraron acordes a la situación. Poco después tuvo lugar un desfile de modas estilo Harajuku, capital nipona de la moda; se mostraban diversos estilos de vestimenta y accesorios en donde se trata de crear una singularidad en el vestir que, como mencionaban, es una forma de vida.
Fila para acceder a la degustación de sake
Terminando la pasarela subió al escenario un personaje bastante notorio: el Embajador de Japón en México, Akita Yamada, tomó el micrófono y agradeció la presencia de los asistentes al NatsuMatsuri 2016. Yamada hizo hincapié en el fortalecimiento de las relaciones entre el país nipón y México, así como el creciente intercambio cultural que tomaba auge entre ambos países.
Además, exhortó a los asistentes a no faltar el Festival de Otoño, el AkiMatsuri, así como “las sorpresas que habrá en el mes de diciembre”, destacando la invitación a informarse de los programas de intercambio académico que recientemente están aumentando, fortaleciendo los lazos entre ambas naciones que tuvieron inicio con la misión Hasekura hace más de 400 años . Sin duda todo un personaje.
El Embajador de Japón en México: Sr. Akira Yamada
Igualmente en este escenario, tuvo lugar una muestra de música tradicional japonesa con tambores taiko. El grupo encargado de esta presentación proyectaba una energía tal que hasta ganas daban de incorporarse a la danza, lo cual se realizó poco después; la potencia del taiko es algo sublime. Con más entusiasmo que el cansancio de los intérpretes repitieron algunas piezas, cada vez con más energía ante el coro de todos los asistentes. En estos momentos el escenario estaba a reventar.
(Disculpen la calidad del video, a la videocámara se le acabó la batería)
Al terminar la presentación taiko, tomó el escenario un dueto de voz y teclado, en donde los asistentes cantaban al unísono “Blue Bird” de IkimonoGakari, 3er opening de Naruto Shippuuden, entre otros temas igualmente coreados por el público.
En conclusión fue un evento memorable donde de buscó acercar a los asistentes a diferentes aspectos de la cultura japonesa, la tradicional y la moderna; mostrar las costumbres de dicho país así como el sincretismo que se da en el día a día allá en el Sol Naciente, fomentar el interés en las mismas y sobre todo, el respeto a esta cosmovisión que pudiera parecernos extraña en primera instancia, pero que conforme uno se adentra, descubre que es fascinante.
Saludos al dueño del automóvil, no pude evitar tomarle una foto